Gracias Papi por todo, descanse, todos estamos bien…
Nuevamente repito esta frase que fue la primera que podía decirle los últimos días que Dios nos permitió tenerle.
Después de veintitrés años volví a sentir esa angustia, esa impotencia de la que tanto he huido. Fueron tres semanas de aflicción, de zozobra, de miedo; pero ya pasó. Sé que estaremos mejor porque así usted lo quería, porque estoy segura que usted está en paz junto al Señor luego de darlo todo por sus hijos. Usted me ayudó a pararme y seguir luego que Mami nos dejó, ahora yo ayudaré a mis niñas a sobrellevar su partida.
Hoy las lágrimas fluyen, las noches se hacen largas, las mañanas son difíciles; pero los buenos recuerdos están allí: desde niña cuando a pesar del cansancio, que cuando fui mamá entendí que debía sentir luego de una gran jornada de trabajo, tenía la paciencia para jugar a la canicas conmigo, cuando me llevaba a retirar el juguete que nos daba la cooperativa, cuando me alzaba en sus brazos para ver el pase del niño y las personas pensaban que era mi abuelito, cuando llegaba con alguna mala nota de la universidad y usted sólo me decía que debo intentar nuevamente y que esté tranquila, su decisión de casarse nuevamente para no atarme a ninguna responsabilidad, su sufrimiento en silencio para no preocuparme, sus consejos para ser paciente con mis niñas, sus palabras de aliento. Ahora esos recuerdos me ayudarán a continuar.
He valorado mucho el tiempo que pudimos compartir, era reconfortante el abrazo de bienvenida que usted me daba, era la energía que yo necesitaba para seguir cada semana. Todas mis dificultades y problemas se sentían más sencillos después de sus palabras.
Un hombre con principios muy firmes, sencillo, honesto, justo, prudente, leal a sus pensamientos, trabajador. Como dicen mis amigos: UN GRAN HOMBRE. Eso es lo que aprendí de usted y ahora con más convicción inculcaré en mis hijas.
Por todo eso, gracias Papi. Siempre le he amado y siempre le amaré. Hasta pronto Papi.
Su Ginnita.
Muchas gracias Antuquito por todo su apoyo incondicional, gracias su cariño sincero, gracias por recibirme como un hijo más con su siempre cálida y acogedora bienvenida. Hasta siempre mi querido Antuquito sin lugar a duda deja un vacío inmenso en nuestros corazones y una profunda huella en nuestras vidas.
Juanito
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Xavier Morales says
5 abril, 2023 at 7:20 pmMensaje de Xavier Morales
Su hija Ginna says
5 abril, 2023 at 12:01 pmGracias Papi por todo, descanse, todos estamos bien…
Nuevamente repito esta frase que fue la primera que podía decirle los últimos días que Dios nos permitió tenerle.
Después de veintitrés años volví a sentir esa angustia, esa impotencia de la que tanto he huido. Fueron tres semanas de aflicción, de zozobra, de miedo; pero ya pasó. Sé que estaremos mejor porque así usted lo quería, porque estoy segura que usted está en paz junto al Señor luego de darlo todo por sus hijos. Usted me ayudó a pararme y seguir luego que Mami nos dejó, ahora yo ayudaré a mis niñas a sobrellevar su partida.
Hoy las lágrimas fluyen, las noches se hacen largas, las mañanas son difíciles; pero los buenos recuerdos están allí: desde niña cuando a pesar del cansancio, que cuando fui mamá entendí que debía sentir luego de una gran jornada de trabajo, tenía la paciencia para jugar a la canicas conmigo, cuando me llevaba a retirar el juguete que nos daba la cooperativa, cuando me alzaba en sus brazos para ver el pase del niño y las personas pensaban que era mi abuelito, cuando llegaba con alguna mala nota de la universidad y usted sólo me decía que debo intentar nuevamente y que esté tranquila, su decisión de casarse nuevamente para no atarme a ninguna responsabilidad, su sufrimiento en silencio para no preocuparme, sus consejos para ser paciente con mis niñas, sus palabras de aliento. Ahora esos recuerdos me ayudarán a continuar.
He valorado mucho el tiempo que pudimos compartir, era reconfortante el abrazo de bienvenida que usted me daba, era la energía que yo necesitaba para seguir cada semana. Todas mis dificultades y problemas se sentían más sencillos después de sus palabras.
Un hombre con principios muy firmes, sencillo, honesto, justo, prudente, leal a sus pensamientos, trabajador. Como dicen mis amigos: UN GRAN HOMBRE. Eso es lo que aprendí de usted y ahora con más convicción inculcaré en mis hijas.
Por todo eso, gracias Papi. Siempre le he amado y siempre le amaré. Hasta pronto Papi.
Su Ginnita.
Juan Pesántez says
5 abril, 2023 at 12:58 amMuchas gracias Antuquito por todo su apoyo incondicional, gracias su cariño sincero, gracias por recibirme como un hijo más con su siempre cálida y acogedora bienvenida. Hasta siempre mi querido Antuquito sin lugar a duda deja un vacío inmenso en nuestros corazones y una profunda huella en nuestras vidas.
Juanito