Hola papá, es grato hablarte de nuevo. Te quería contar que ya me gradué de la universidad, ya soy Ingeniera! Me mudé a Quito por la oportunidad de un trabajo. Lamentablemente no tuve la oportunidad de contarte nada de esto ni de saber nada de ti. Te extraño, te he extrañado toda la vida. No ha habido un solo día en el que no haya pensado en ti y te prometo que tampoco lo habrá. Sin embargo, no puedo evitar preguntarme si alguna vez tú pensaste en mi, si alguna vez te sentiste orgulloso de mi. Al menos ahora nada ni nadie mi impedirá ir a visitarte, llevarte flores y conversar. Es extraño como pesa el corazón. Siempre le di tantas vueltas, tratando de averiguar el por qué de tu larga ausencia, pero nunca me diste una respuesta. Ahora ya no estás, ni para venganzas ni para enmiedas, pero al menos sabré que hice todo lo que estuvo en mis manos para estar cerca. No olvides que tenemos un abrazo y una conversación pendientes. Nunca te necesité y sin embargo siempre te quise. Seguirás en mi mente todos los días, como un pensamiento fugaz al levantarme y antes de dormir, con suerte me llevará contigo en sueños para vivir todo lo que debíamos. Te adelantaste, aún teníamos toda una vida para conocernos. Discúlpame pero no te puedo perdonar, aún asi entiendo que no somos perfectos. Descansa por ahora, ya tendremos otras vidas para coincidir.
Atentamente, Karen, tu pequeño gran secreto.
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Anónimo says
5 octubre, 2022 at 8:37 pmHola papá, es grato hablarte de nuevo. Te quería contar que ya me gradué de la universidad, ya soy Ingeniera! Me mudé a Quito por la oportunidad de un trabajo. Lamentablemente no tuve la oportunidad de contarte nada de esto ni de saber nada de ti. Te extraño, te he extrañado toda la vida. No ha habido un solo día en el que no haya pensado en ti y te prometo que tampoco lo habrá. Sin embargo, no puedo evitar preguntarme si alguna vez tú pensaste en mi, si alguna vez te sentiste orgulloso de mi. Al menos ahora nada ni nadie mi impedirá ir a visitarte, llevarte flores y conversar. Es extraño como pesa el corazón. Siempre le di tantas vueltas, tratando de averiguar el por qué de tu larga ausencia, pero nunca me diste una respuesta. Ahora ya no estás, ni para venganzas ni para enmiedas, pero al menos sabré que hice todo lo que estuvo en mis manos para estar cerca. No olvides que tenemos un abrazo y una conversación pendientes. Nunca te necesité y sin embargo siempre te quise. Seguirás en mi mente todos los días, como un pensamiento fugaz al levantarme y antes de dormir, con suerte me llevará contigo en sueños para vivir todo lo que debíamos. Te adelantaste, aún teníamos toda una vida para conocernos. Discúlpame pero no te puedo perdonar, aún asi entiendo que no somos perfectos. Descansa por ahora, ya tendremos otras vidas para coincidir.
Atentamente, Karen, tu pequeño gran secreto.