Etapas del duelo en el adulto 13 enero, 2023

Las fases que una persona pasa durante un duelo son una referencia de cómo el camino de dolor comienza, y nos muestra cómo el ser humano se va adaptando a la vida sin el ser querido, con características, cambios emocionales, tiempo en el que se desarrolla, malos momentos, etc. Esto no debe considerarse con rigidez ni exactitud, ya que depende de varios actores que pueden alargar o simplificar cada una de las etapas del duelo según la realidad, apoyo social, características personales y nivel de complejidad en que se encuentre el proceso de cada uno.

 

  1. AFLICCIÓN AGUDA (1-3 meses aproximadamente)

 

Se inicia desde el momento en que se recibe la noticia del fallecimiento.

CARACTERÍSTICAS:

Incredulidad: como la palabra lo dice, la persona no cree lo que está pasando, tiene todos los síntomas de un estado de shock emocional. Anulación psíquica: a la persona se le hace difícil interactuar, está disminuida la capacidad de comprensión, se siente incapaz de tomar decisiones.

Confusión: el deudo siente un estado de aturdimiento, no sabe lo que realmente está sucediendo; físicamente se nota cuando camina de un lado a otro utilizando el movimiento para descargar la angustia que causa la pérdida de un ser querido.

Angustia aguda: es una de las características más percibidas por las demás personas; suele durar minutos y vivirse con llanto, sensación de ahogo, vacío en el estómago, pensamientos constantes sobre el fallecido. Esta característica puede llegar a ser tan fuerte que existan ideas repetitivas de muerte y sea necesaria atención profesional inmediata.

Síntomas físicos: No se presentan siempre, pero pueden llegar a ser muy graves; algunos de ellos son trastornos de sueño y alimenticios, sequedad en la boca, dolor de las extremidades superiores, inferiores, etc.

 

  1. CONCIENCIA DE LA PÉRDIDA (3-4 meses después de la pérdida del ser querido)

 

CARACTERÍSTICAS:

Ansiedad de separación: es la inquietud desesperada por ver o tocar al ser querido. En la mayor parte de las ocasiones las personas piden a Dios “poder volver a ver cinco segundos al ser querido”; son peticiones constantes en esta etapa, que puede tornarse muy difícil y angustiosa si no es direccionada correctamente.

Estrés: se mantiene durante esta etapa y también puede estar acompañado de trastornos físicos como ansiedad por la comida, por ejemplo: dejar de comer y bajar de peso, o por lo contrario, comer en exceso. Culpa, rabia, agresividad, intolerancia: son sentimientos comunes, más causantes de varios problemas de comunicación e interacción para las personas que están cerca del doliente.

Comportamientos de búsqueda o de espera: es muy recuente durante el primer año; las personas suelen buscar parecidos o encontrar de repente en reuniones o en la calle la silueta parecida a la del ser querido, lo cual causa gran dolor cuando se dan cuenta de que no es así. Éste es uno de los primeros pasos en los que los deudos se dan cuenta de que el ser querido ya no está y no volverá jamás, idea difícil de asimilar en el proceso de recuperación.

 

  1. AISLAMIENTO: (Al cumplirse aproximadamente un año de la pérdida)

 

Considerada como la peor época de todo el proceso de duelo, ya que suele confundirse con una enfermedad o trastorno psiquiátrico como la “depresión”.

CARACTERÍSTICAS:

Aislamiento: las personas se alejan de la familia, amigos o grupos de ayuda, y empiezan a vivir el duelo como si fuese el primer día.

Impaciencia: después de todos los síntomas vividos hasta este momento, el doliente empieza a pensar que no se va a recuperar y duda de sus propias ganas y empeño de recuperarse.

El vacío: la tristeza profunda y la innegable pérdida se hacen presentes, existe un faltante o vacío en la realidad, en la personalidad y, sobre todo, en el sentido de la vida del doliente.

Repaso obsesivo: tener una imagen o rase que se recuerde constantemente de la persona que falleció, hace que se convierta esta etapa en un pensamiento obsesivo sobre el fallecido.

El apoyo social empieza a desaparecer: las personas que rodean al deudo, amistades, familiares cercanos, compañeros de trabajo, etc., en este momento dejan de preocuparse por el doliente y disminuyen o ya no existen las llamadas y mensajes como al principio, porque consideran que el dolor ya debió cesar y la persona debe estar mejor; no obstante, tenemos que recordar que es el único dolor en la vida que, en vez de mejorar, con el tiempo empeora.

 

  1. CICATRIZACIÓN: (Aproximadamente 18 meses luego de la pérdida).

 

Es aquí donde el doliente empieza a aceptar la desaparición total del ser querido tanto intelectual como emocional; es en este período donde se entierra realmente al ser querido fallecido. El deudo sigue extrañando a la persona que partió, se empieza a sentir el “dolor propio de duelo”, pero ya no con angustia como en el comienzo del proceso. Este dolor es con el que va a aprender a vivir toda la vida.

CARACTERÍSTICAS:

Reconstrucción de la personalidad: se renuevan las formas de pensar sobre varios temas, existe una “transformación”, las personas empiezan a recuperar la forma de ser que tenían y a dejar el llanto constante. Esto no quiere decir que han dejado el dolor; tan solo que ya están en otra etapa, aprendiendo a adaptarse a estar sin el ser querido.

Búsqueda de un significado: se empieza a buscar una respuesta a lo que sucedió. En el duelo, las vivencias que nos quedan son tristeza, melancolía, dolor, ira. Parece que no se pudiera aprender o encontrar una respuesta de todo lo que sucedió, mas, es el momento adecuado para elaborar una experiencia ante todo lo vivido, ya que no existe angustia y es posible hacerlo.

Cerrar un círculo: significa terminar una etapa fuerte de aflicción y comenzar otra en donde los síntomas de estrés y angustia desaparecen, y dan paso a un nuevo ciclo llamado adaptación.

 

  1. RENOVACIÓN:

 

Es la etapa final de duelo; ya se ha cumplido parte del recorrido, se ha recuperado el sentido de la vida, la forma de ver el mundo, se ha dado un valor positivo en forma de enseñanza a lo vivido, se ha empezado a hacer cambios necesarios en la vida emocional, afectiva, familiar, espiritual. Todo esto ha permitido dar paso a una forma diferente de vivir la ausencia de las personas queridas. No podemos decir que en esta etapa ha desaparecido por completo el dolor. Cada aniversario, fecha de fallecimiento provocarán siempre el recuerdo y el dolor por la ausencia de aquel ser querido; sin embargo, para entonces ya el recuerdo no va solo expresado con lágrimas, sino también acompañado de sonrisas.

CARACTERÍSTICAS:

Vivir para uno mismo: el doliente empieza a sentir una enorme fuerza interna para enfrentar de manera diferente el mundo; el amor por el fallecido, los valores, enseñanzas de esa persona, la herencia interna, empiezan a tener más valor que la desaparición física.

Fechas especiales durante el año: los momentos de dolor de los deudos son revividos en las fechas especiales durante el año, tales como día del padre, día de la madre, navidad, aniversarios, cumpleaños, fecha del fallecimiento. Estas fechas de aniversario podrían confundir al doliente que ya está en recuperación, y hacerle pensar que está cayendo nuevamente en depresión. Tenemos que pensar que los recuerdos de nuestros seres queridos van a estar siempre con nosotros; por eso, desde el inicio del proceso de duelo se anima la expresión y vivencia de estos recuerdos, mas, no la negación y evasión de sentimientos o vivencias.

Es importante identificar la etapa en la que usted se encuentra, pero recuerde que estas etapas no son una camisa de fuerzas; es decir, no siempre pasamos por todas ellas y no siempre se dan en un orden definido, es probable que existan regresiones a etapas anteriores o que se pase rápidamente por una de ellas. El proceso de duelo es personal.